Mucho se ha escrito sobre la violencia contra la mujer, e inclusive está próxima a realizarse una movilización billonaria para concientizar al mundo de su erradicación.

Organizaciones de toda índole realizan campañas masivas para que el maltrato contra la mujer cese de una vez por todas porque las estadísticas nos indican que como país registramos las tasas más altas de feminicidio y esas cifras se proyectan a incrementarse cada vez más.

Todas las campañas esbozan slogans como “denuncien sin pudor cualquier abuso” o “No calles, ¡denúncialo!”, frases dirigidas a las víctimas de las agresiones para que su silencio no sea cómplice de los victimarios, pero entonces es así de sencillo el mensaje a la persona lesionada para que reaccionen y actúe haciendo ver el drama por el que viene atravesando.

Es así de simple que me presento como vocera, artistas o comunicador para dirigirme a las agredidas y les digo: si tu mamita, ya no permitas que te maltraten y denuncia al sinvergüenza; para poder generar una toma de conciencia que las motive para acudir al lugar en donde recibirán la ayuda para poner fin al abuso.

Me explico, ser víctima de violencia (física, sexual, psicológica) presenta muchas aristas que va en estrecha relación con lo complejo del problema y de sus orígenes. Por lo general una mujer maltratada fue a su vez maltratada por sus padres, bien en forma de abusos físicos, psicológicos o sexuales, o fue testigo de ellos. Aprendió a someterse a la voluntad del hombre, representado por la figura paterna autoritaria y punitiva; por ello adopta un rol pasivo, de sumisión y sometimiento en sus relaciones. Otro aspecto importante es que está acostumbrada a conductas violentas pues éstas han sido su medio de vida y las ve como normales. Esto motiva a que tenga baja autoestima y se desvalorice como persona teniendo un concepto del amor que la lleva al sacrificio y a la dependencia absoluta de su pareja.

Dentro de este contexto, el propósito de este post es generar conciencia que las campañas contra la violencia femenina son absolutamente válidas y harto necesarias; pero no están siendo enfocadas para obtener los resultados que se esperan y en todo caso se busca que las mismas sean replanteadas a partir de la visión que tiene la victima de si y de su entorno, porque de buenas a primeras no esperemos que las victimas pongan limites a su agresor; simplemente porque no pueden; por ello y así también lo sostiene el blog http:// todamujeresbella.com, en dos aspectos sumamente importantes, los cuales han sido pasados por alto: Primero, “No esperemos que le ponga límites a su maltratador. No puede, por la propia esencia de su relación es ella la que no tiene los límites, ella no puede decir “ya basta“, “fuera de casa“,(…) No es lógico, ella no está en posición de dialogar, ni mucho menos de exigir, sólo está en posición de someterse. Es una mujer maltratada.” Y No esperemos que la mujer maltratada pida ayuda. (…) la mujer maltratada es una mujer aislada, se siente avergonzada, incomprensiblemente culpable, y humillada. "

Como se advierte, ninguna de las campañas masivas hasta ahora vistas han tenido un foco distinto al elaborado por profesionales, no dudamos que altamente calificados; pero que no han calado en elaborar un mensaje que incluya los sentimientos que puedan embargar a la víctima, que definitivamente no son iguales que cualquier persona como usted o como yo.

Simple y sencillo porque la mujer maltratada no tiene un razonamiento claro, su sentido común está alterado. La web antes citada formula la siguiente interrogante ¿Es lógica la forma en la que actúa la mujer maltratada?

No, las formas en las que una mujer maltratada actúa no son lógicas a la luz de quien no está siendo maltratada… claro que no, pero ¿acaso es lógico ser maltratada? ¡Nada en su vida tiene lógica! El contexto de la mujer maltratada es ilógico. No es que la mujer maltratada actúe ilógicamente, es que su contexto es ilógico. ¡Es todo una gran injusticia! ¿Cómo podrías esperar que actúe del mismo modo lógico que tú crees que debiera actuar cuando no eres tú el que sufre la ilógica situación de maltrato? La mujer maltratada vive en otro mundo, con otros principios, con otras “leyes de la gravedad”, otras realidades diferentes a las que a ti te parecen lógicas.

Como se advierte ese contexto es diferente y pocos lo han tomado en consideración y en error se crean los llamados de conciencia para erradicar este problema, los primeros a cambiar de mentalidad somos nosotros para darnos cuenta que una mujer violentada debe ser ayudada desde su plano más cercano, claro está que no desde el entorno familiar porque ese precisamente es el que la agrede pero sí desde el ámbito amical, laboral, social que debe ir a ella y no esperar que suceda al revés pero además y sobre todo debe cambiar la estructura mental machista –que aún permanece en nuestra sociedad- porque como indica el informe de CEPAL “La violencia de género se basa en el preconcepto de inferioridad de las mujeres que sustenta la cultura de desigualdad y discriminación que rige a la mayoría de las sociedades de la región. Esta noción subyace a la impunidad e inhabilita a las mujeres para desplegar todas sus capacidades y ejercer plenamente sus derechos.” http://www.cidh.org/women/Informe%20Violencia%20Contra%20las%20Mujeres%20ECLAC%2020 07.pdf 

No dudemos está en nosotros extenderle nuestras manos, porque no es un problema de ellas, es un problema de todos.